Cuatro caminos religiosos en el Lacio

En el Lacio hay cuatro caminos principales que atraviesan algunos de los lugares de culto más importantes de Italia, situados en Roma y en otros lugares. Todos ellos se pueden hacer tanto a pie como en bicicleta, dependiendo de lo que se prefiera.

La Vía Francígena

La Vía Francígena es uno de los caminos más conocidos y conecta Canterbury, en Inglaterra, y Roma, para llegar hasta Santa Maria di Leuca en Apulia. Se trata de un conjunto de vías de más de 3000 kilómetros de longitud, que abarcan cinco países, 16 regiones y más de 600 municipios. El recorrido alterna entre caminos de tierra, de grava y de herradura sin grandes dificultades técnicas.

Por supuesto, no es necesario ni realista pensar en recorrer todo el camino: el camino se divide en etapas y es posible y aconsejable seleccionar los tramos de la ruta a realizar. Por ejemplo, de Roma a Santa Maria di Leuca hay 45 etapas que requieren 45 días de caminata. En el Lacio, en cambio, se puede partir de Roma y llegar a Castel Gandolfo para continuar al día siguiente hacia Velletri, pasando después por Cori y Sezze hasta llegar a la abadía de Fossanova. Se continúa después hacia Terracina, Fondi y se llega a Minturno, en la frontera con Campania.

El Camino de Santo Tomás

El Camino de Santo Tomás conecta Roma con la basílica de San Pedro, en Ortona, en los Abruzos, donde se encuentra la basílica de Santo Tomás Apóstol, que contiene sus restos desde 1258. La ruta tiene una longitud de 316 km y atraviesa el corazón del Lacio y los Abruzos; consta de 17 etapas intermedias y se puede recorrer en unos 16 días a pie.

El trazado une fe y naturaleza, conectando tanto lugares de interés religioso como parques naturales (el parque de los Castelli Romani, el parque natural de los Simbruini, el parque del Velino, el del Gran Sasso y el de la Majella).

El Camino de San Francisco

El Camino de San Francisco es un camino que llega a Asís desde dos puntos de partida diferentes: La Verna, en la Toscana, al norte, y Roma, en el Lacio, al sur.

La parte del recorrido que conecta Roma con Asís tiene 300 km de longitud y consta de 14 etapas, que se pueden recorrer en otros tantos días. El camino pasa por numerosos lugares de fe hasta llegar al corazón de la orden franciscana. El camino parte de Roma y pasa por la Sabina y el Valle Santo, lugar símbolo de la vida de San Francisco, donde se encuentran varios santuarios y conventos franciscanos como Greccio (donde se creó el primer belén de la historia), Poggio Bustone y Fontecolombo. Entre los lugares de interés del recorrido encontramos también el bosque sagrado en los confines del Lacio.

También hay caminos secundarios de dificultad inferior o superior, dependiendo de lo que se prefiera. Lo importante es determinar la ruta antes de partir.

El Camino de San Benito

El Camino de San Benito conecta Norcia, en Umbría, con Montecassino, en el Lacio, y se conecta con la Vía Francígena del sur. Es un camino de 300 km que consta de 16 etapas y otros tantos días de caminata, que serpentea entre los Apeninos y las colinas. En el camino, que recorre los pasos de San Benito de Nursia, encontramos numerosos lugares de interés religioso, entre ellos:

Casia, donde vivió Santa Rita

Roccaporena, donde nació Santa Rita

Valle Santo, donde pasó su vida San Francisco de Asís

Subiaco, donde se encontraban los 12 monasterios fundados por San Benito, de los cuales dos aún existen y se pueden visitar

La cartuja de Trisulti

La

abadía de Casamari

La abadía de Montecassino, final del camino.