Para los amantes de las banderas, el significado de la bandera del Vaticano es bien conocido, pero quienes simplemente la ven ondear sobre la Basílica de San Pedro o entre...
Para los amantes de las banderas, el significado de la bandera del Vaticano es bien conocido, pero quienes simplemente la ven ondear sobre la Basílica de San Pedro o entre la multitud en un evento papal a menudo se pierden los mensajes ocultos en sus colores y símbolos.
Sin embargo, detrás de esa simple combinación de amarillo y blanco se esconde una historia antigua y fascinante de poder espiritual, identidad y transformaciones trascendentales.
En heráldica, el amarillo y el blanco corresponden al oro y la plata.
Son los colores de las llaves de San Pedro, símbolo del papado y su doble poder:
🔑 Llave Dorada = poder espiritual
🔑 Llave de Plata = Poder Temporal
Dos llaves cruzadas, que también se encuentran en el centro del escudo del Vaticano, colocadas bajo la tiara papal: emblema de autoridad, pero también de servicio.
No todo el mundo sabe que antes de 1808 la bandera papal era roja y amarilla, como la de la ciudad de Roma.
Fue el Papa León XII, en 1825, quien introdujo el blanco y el amarillo para diferenciar las tropas papales de las romanas en un momento de gran tensión política.
La forma actual –con dos campos verticales y el escudo en la parte blanca– se oficializó en 1929, con el nacimiento del Estado de la Ciudad del Vaticano, tras los Pactos de Letrán.
🎨 Amarillo (oro) → luz divina, gloria, eternidad
🎨 Blanco (plata) → paz, pureza, espiritualidad
No son sólo colores: son valores visuales que hablan al corazón de la fe y a la universalidad del mensaje cristiano.
Luz divina, gloria y eternidad: este es el significado del color amarillo que elegimos para la camiseta oficial del Jubileo de la Juventud 2025.
Un homenaje a los símbolos de la bandera vaticana, ciertamente, pero sobre todo a lo que representa el color: una dedicación a los jóvenes, a su energía espiritual, a su capacidad de creer, de cambiar, de construir.
Los jóvenes son la proyección divina por excelencia. A ellos les está confiado el futuro de la humanidad. Su tarea es no rendirse jamás, incluso cuando la realidad parezca aburrida, indiferente y distraída. Suyo es el derecho —y el deber— de sentirse parte de un acontecimiento único, que los invita a mirar más allá, a caminar juntos, a recordar... con orgullo.
👉Usa tu amarillo, llévalo contigo, hazlo parte de tu viaje:
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